viernes, mayo 25, 2007


Margarita Zavala de Calderón
Primera Dama de México
Por Araceli Castro

Antes de que entrara Marta Sahagún de Fox al escenario político mexicano, la figura de la primera dama era prácticamente un adorno, un símbolo que representaba a la familia nacional a través de la efigie de la esposa y la madre. Las consortes de los presidentes eran mujeres inexistentes en la historia nacional, como bien indica Sara Sefchovich en su obra “La suerte de la consorte”.

Sin embargo, las mujeres hoy forman parte del entorno político nacional y la Primera Dama no podía ser la excepción. Hoy no sólo el mandatario de la nación hace giras, sino también su esposa. De la misma forma, da conferencias, visita poblados, organiza eventos con causas benéficas, concede entrevistas, posa ante las cámaras, realiza comunicados y promueve programas tanto de acción social como cultural.

Y así, desde que tomó posesión al cargo del ejecutivo Felipe Calderón, Margarita Zavala ha desempeñado, con los límites que le establece la ley, sus responsabilidades y obligaciones como Primera Dama mexicana.

Su Carrera

Margarita Zavala Gómez del Campo nació en el DF el 25 de julio de 1967. Siguiendo la tradición familiar, es abogada por la libre de Derecho y tiene una maestría en la misma rama. Se ha desempeñado como Diputada a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y como Diputada Federal plurinominal a la LIX Legislatura. Durante la campaña presidencial pidió licencia a su curul de diputada. Dentro de la estructura del PAN fue Secretaría nacional de Promoción Política de la Mujer. Está casada con Felipe Calderón desde 1993 y tiene 3 hijos: María, Luis Felipe y Juan Pablo. .

Asegura que ha tomado excelentes decisiones en la vida: la licenciatura que escogió, la persona con quién se casó, el pertenecer al PAN. Afirma que tiene una carrera personal trascendental y legitimada. Más de una vez ha demostrado su autonomía, hazañas y labor.

Reto Superado

Su reto principal no era pequeño, ya que su antecesora le dejo una silla demasiado incomoda; Zavala ha brillado, pero por cuenta propia y sin hacerle daño a la imagen de su marido. Aunque las asimilaciones son infames, el reto en no tener el protagonismo de Marta, pero tampoco el bajo perfil y consagrarse sólo al hogar como Nilda Patricia Zedillo o Paloma Cordero, ha sido superado por Margarita.

Como política que es, se ha convertido en una Primera Dama flamante que representa, a su manera, una realidad de este país: la mujer que trabaja a la par que el marido para mantener la casa, que en este caso se ha destacado en trabajar por toda una República. Es la pareja del Presidente de la Nación, con todo lo que esto significa.